Hoy es el día del libro porque en tal fecha como hoy, pero de hace unos cuantos años, exactamente el 23 de abril de 1616 murieron Cervantes y Shakespeare. Sin embargo, ambos genios murieron en días distintos con más de una semana de separación. ¿Cómo es posible?
En una semana despejo la incógnita, para los que no sepan ya la respuesta.
Como he dicho a mis alumnos: leed algo hoy por ser el día del libro, pero sobre todo no dejéis de leer mañana porque no sea el día del libro.
Ya es hora de responder algo. ¡Cómo pasa el tiempo! Hora tras hora, día tras día, semana tras semana; aunque siempre es igual, los días son un poco distintos según se acerca el verano o el invierno pero al final todo se repite en el ciclo anual. Sin embargo frente a este cambio monótono y cíclico los seres humanos nos vemos en la necesidad de etiquetar el tiempo, empezando por los días. Estas etiquetas son las fechas presentes en los calendarios.
Los distintos calendarios abundan. Cada civilización ha tenido el suyo, y la nuestra varios. En el s. XVI se detecto que el calendario juliano, vigente desde los tiempos de julio Cesar, acumulaba un desfase respecto al año "real" (año solar) de tal manera que el comienzo de la primavera ya no coincidía con el 21 de marzo, por eso se sustituyo por otro calendario más preciso llamado gregoriano, impulsado por el Papa Gregorio XIII. Este calendario fue adoptado inmediatamente por los países católicos (como España), pero tardó varios años en imponerse en otros países partidarios de la reforma o del rito ortodoxo. Por eso, el día que murió Cervantes en España con fecha 23 de abril del año de nuestro Señor de 1616 era 13 de abril en Inglaterra y aún faltaban 10 días para que Shakespeare muriese en Londres. Por tanto, ambos escritores murieron en la misma fecha, pero en distintos días.
Un par de detalles sobre el tiempo. El año solar dura exactamente (en la medida de nuestros conocimientos actuales) 365,242 190 402 días solares medios, o sea, 365 d 5 h 48 m 45.25 s.
El año calculado para establecer el calendario juliano duraba 365,25 días solares, o sea, 365 días y 6 h. Por eso, en el calendario juliano se añadía un día cada cuatro años (el año bisiesto) . Esta corrección no fue suficiente para mantener los días en su sitio durante 15 siglos.
El año solar gregoriano dura 365,2425 días solares, si convertimos este número decimal en fracciones se verá muy claro los trucos del calendario gregoriano para mantenernos dentro del redil del tiempo.
Los años duran 365 días, pero cada 4 años añadimos un día (+1/4), no lo añadimos si el año acaba en 00 (-1/100), pero sí lo añadimos si es múltiplo de 400 (+1/400) . Por eso el año 2000 fue bisiesto, aunque el año 1900 no lo fue.
Con estos cálculos (que no coinciden con el año solar, la diferencia es de 0,000310598 días) habrá que empezar a preocuparse por el desfase de un día dentro de 3.300 años.