La eficacia consiste en conseguir unos objetivos y la eficiencia en conseguirlo con la menor cantidad de recursos posibles.
En realidad está diferencia no está en el Drae, sino que se hace en la económía, y en las teorías neoliberales se relaciona con la rentabilidad y la reducción de costes para conseguir mejorar ,los beneficios de una empresa (microeconomia).
En principio, no parece que sean objetivos ontradictorios ¿No? Lo malo es que las condiciones no son siempre las mismas, y en algunos casos pueden cambiar mucho y muy deprisa, como se ha visto durante la crisi del CoVid19.
Así las economías débiles que se han basado en "que produzcan ellos" que lo hacen más barato se encuentran de repente con que hay sectores industriales estratégicos más allá de las armas y la aeronaútica. Y que los mercados no son libres (¿realmente lo son alguna vez?) y están controlados por grandes empresas y grandes países. Y que se vuelven locos y no hay producción para todos.
Por otro lado la estrategía de un inversor o una empresa buscando ajustar costes pude tener sentido si miramos solo hasta la próxim reunión de accionistas a3 meses o un año. Pero la sanidad pública no puede estar infradotada (con tanto o más motivo que la defensa militar) porque las condicones no son siempre las mismas y pueden cambiar más rápidamente de lo que podemos planear. Lo mismo se puede decir de la educación pública o las políticas sociales. No se puede pensar a un curso vista, los errores dehoy se notarán dentro de una década o dos.
Tengase en cuenta que la globalización (en busca de la máxima y más rápida rentabilidad) tiene consecuencias a largo plazo no solo en en crisis agudas como está sino que el continuo transporte de grandes cantidades de mercancias (cuando vuelva a producirese) tiene un amplio efecto sobre la emisión de CO2 y el cambio climático, una crisis crónica de la que no hemos escapado.
Por eso hay que tener en cuenta este tipo de detalles en sectores como la sanidad, la educación o las políticas de equilibrio social que por su naturaleza ni se pueden pensar exclusivamente en términos de rentabilidad económica ni cortoplacistas hasta l ap´roxima reunión de accionistas o ni siquiera las p´róximas elecciones.
Y ahora es particularmente evidente para mí, aunque supongo que habrá personas que sigan pensando lo mismo que antes): al final comprar barato en la globalización puede salir caro.
Y no sean optimistas, todo este embrollo no nos va a cambiar. En dos meses el ciudadano medio ya se habrá olvidado y los que pueden tomar decisiones si volver a lo que pensaban antes les reporta beneficio, seguirán pensando lo mismo. No hbrá ni siquiera la insnuación de refundar nada como tras la última crisis económica.
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